En el último año ha crecido la preocupación por recuperar los índices de productividad que caracterizaron a Chile por sobre sus países vecinos en Latinoamérica. Esto no es un desafío solo para privados, sino también para el sector público, a través de acciones que ayuden a promover este crecimiento. Por esta razón nace el proyecto de ley que hoy se discute en el Congreso: la Ley Fintech.
Los avances que ha tenido este proyecto de ley han tomado cada vez más fuerza por las indicaciones que han llegado desde el gobierno: garantizar un marco legal que promueva la innovación financiera y la libre competencia. Esto ayudará tanto a personas como empresas sin acceso a servicios y productos financieros tradicionales, pero que necesitan apoyo urgente, especialmente en una situación crítica como la que se vive en la actualidad, con índices de inflación bastante elevados e incertidumbre de cara al futuro.
La urgencia de acelerar esta transformación pasa principalmente por dos razones: la primera es que, cada día que pasa, se retrasa el acceso a la banca a quienes no lo tienen; y la segunda es que crece aún más la incertidumbre sobre el escenario económico futuro.
Es aquí donde entra esta iniciativa gubernamental, ya que puede entregar beneficios a nivel transversal: democratización financiera, validación entre pares y pertenencia a un estamento específico, ayudando a fomentar las empresas de base tecnológica y financiera en Chile, y potenciando tanto los nuevos proyectos como los ya existentes. Esta regulación beneficiaría a más de 170 Fintech en Chile, de las cuales un 63% entrega alguna solución de inclusión financiera, un 32% reduce el costo de este tipo de productos, y un 71% ofrece servicios especializados para PYMES.
La transformación digital ya no es cosa del futuro, sino una realidad que se vive día a día en el presente y que fue claramente impulsada y acelerada por los efectos de la pandemia. Tanto en los países desarrollados como en Latinoamérica (y especialmente en Chile), se ve una gran oportunidad para acelerar el crecimiento de las economías nacionales a través de este cambio digital, potenciando el impacto y la sostenibilidad de su productividad, por lo que el apoyo de la Ley Fintech puede ser clave para empujar a la economía chilena por el camino correcto de cara al futuro.
Tomás Latorre
Equipo AGF