El presidente electo, Gabriel Boric, ha presentado su futuro gabinete, frente al cual existían muchas expectativas. A pesar de que desde hace algunos días ya circulaban rumores, el nombramiento oficial era necesario para dar las certezas que desde hace algún tiempo se convirtieron en un bien preciado. Y, aunque algunos dijeran lo contrario, sin lugar a duda que el nombre del próximo ministro de Hacienda concitaba la mayoría de las miradas, dada la importancia histórica de la cartera, la incertidumbre sobre “el tema fiscal” de los próximos años y el alto crecimiento de la deuda pública del último tiempo.
Por lo tanto, el nombramiento de Mario Marcel, según la opinión de quien escribe estas líneas, debe ser percibida como una buenísima noticia. El actual presidente del Banco Central es un nombre que genera respaldo transversal, que tiene experiencia en Teatinos 120 y maneja los códigos políticos tan necesarios en un cargo como este.
Reseñas sobre su figura podrá leer muchas, pero como algunos dicen que no lo conocen, les hacemos un poco más fácil el trámite: Mario Marcel es ex alumno del Instituto Nacional, ingeniero comercial de la Universidad de Chile y M.Phil. de la Universidad de Cambridge. Previo a formar parte del Consejo del Banco Central y su presidencia, desempeñó funciones en el BID, en la OECD y en el propio Ministerio de Hacienda, como director de Presupuestos. Fue justamente en este cargo, durante la presidencia de Ricardo Lagos, es que junto a Nicolas Eyzaguirre y otros, diseñó quizás una de las políticas clave en la institucionalidad económica del país: la regla de superávit estructural. Este background es vital a la hora de entender la buena lectura que hace el mercado de su nombramiento, ya que por lo menos su nombre entrega certidumbre respecto al manejo del gasto público hacia los próximos años.
Sin embargo, no es la única razón. Además, lideró la primera de las comisiones presidenciales sobre pensiones, durante el primer gobierno de Michelle Bachelet (2006), base de lo que posteriormente fue la creación del pilar solidario. Considerando que el programa de gobierno de Boric considera una reforma profunda al sistema de pensiones y seguridad social, seguramente su experiencia y conocimiento del tema ayudará a que se pueda realizar de buena manera. Finalmente, y no menos importante, es una potente señal al mercado al ser un economista respetado, con infinidad de pergaminos para asumir la cartera, recientemente condecorado por varias instituciones como “mejor banquero central del año”, que se ubica “al centro” y con la experiencia política necesaria para poder manejar y negociar las políticas de gasto de los próximos años. Esto será clave, tomando en cuenta quienes serán sus colegas en el equipo económico y el manejo que se necesita para poder promover las iniciativas en el Congreso.
Por el momento, nos parece que el nombramiento va a seguir siendo positivo para los activos locales, por lo menos en términos agregados, principalmente hacia el tipo de cambio. Esto podría disminuir presiones inflacionarias de corto plazo, por los impactos que se pudieran sentir en el precio de los combustibles.
Producto de la renuncia de Marcel al Instituto Emisor, queda pendiente el nombre de quien asumirá la presidencia del Banco Central, cargo que con una alta probabilidad recaerá en una mujer (la primera de la historia).
Por lo tanto, después de esta breve reseña, espero que todos podamos decir: “sí Señor Marcel, lo conocemos”.
Nathan Pincheira
Economista Jefe de Fynsa