Esperamos una recuperación global escalonada, ya que diferentes regiones se vieron afectadas por el COVID-19 en distintos períodos de tiempo. China fue el primero en entrar, primero en salir, y EE.UU. se recuperó posteriormente (el crecimiento del PIB trimestral máximo fue mayor en el 2T21), seguido de Europa (el crecimiento del PIB trimestral máximo 3T21) y, finalmente, los mercados emergentes ex China, todo en conjunto con el alivio de las restricciones de movilidad COVID-19.
Un Estados Unidos, excepcionalmente fuerte, ha sido la fuerza impulsora de la renta variable mundial durante gran parte del año y ahora vemos que Europa se está poniendo al día. Los estrategas de mercados globales de JP Morgan opinan que, si bien el camino de Europa ha sido difícil, la región está en camino de convertirse en un motor complementario de EE.UU. que impulse un auge de crecimiento global de base amplia para mediados de año. Dado que la movilidad se mantiene estable y los lanzamientos de vacunas se aceleran en Europa, el sesgo es una vez más para que las previsiones de crecimiento del trimestre actual aumenten a medida que más actividad se reincorpora.
En ediciones anteriores, hemos destacado nuestra preferencia por acciones europeas dentro de mercados desarrollados, dada su composición sectorial más cíclica y value. ¿EM es el siguiente en la fila? A medida que aumenten las vacunas y se produzca la reapertura, se espera que los mercados emergentes restablezcan la prima de crecimiento del PIB frente al PIB de EE.UU. para el 4T21 y que por lo tanto retomen un desempeño accionario superior.
Con todo, seguimos sobre ponderando la renta variable de mercados emergentes en nuestro asset alocation global, con base en los siguientes soportes: