Estos activos no sólo ofrecen potenciales retornos más altos que los instrumentos tradicionales, sino que también permiten una mayor diversificación en los portafolios.
La tecnología crece a pasos agigantados y la inteligencia artificial no se queda atrás, ya que no sólo ha cumplido sus promesas iniciales, sino que también se ha consolidado como un conocimiento comercial aplicable a diversas industrias.
Distintas startups —incluyendo una fundada y dirigida por un chileno— están recaudando cientos de millones de dólares para desarrollar nuevas formas de descarbonizar el planeta usando microorganismos.
Los cambios demográficos que vive el mundo tendrán profundas repercusiones para la economía y la sociedad.