Hace algún tiempo que me viene llamando la atención la cantidad y la calidad de los autos que vemos en circulación diariamente en las calles de Santiago, sobre todo considerando el costo de los autos nuevos, sea cual sea el segmento en el que uno esté interesado. Por ejemplo, un Toyota Yaris cuesta hoy desde $13.490.000, siendo que el sueldo promedio en Chile está en $757.752, es decir, un modelo de entrada equivale a 17 sueldos. Esta cifra llama aún más la atención si vemos el mercado de autos nuevos en Chile, que cerró el 2023 con 313.865 unidades nuevas vendidas. A modo de comparación, en Argentina se vendieron 449.438 unidades nuevas, siendo un país con una industria interna automotriz mucho más desarrollada y con al menos el doble de habitantes.
¿Será que los autos están efectivamente mucho más caros que hace 10 años?
En términos comparativos, en Chile un auto promedio cuesta 22.000 USD y una casa promedio cuesta 245.000 USD aproximadamente, es decir, una casa cuesta 11 autos. Si hacemos este mismo ejercicio el año 2014, un auto promedio costaba 16.000 USD y una casa promedio costaba 180.000 USD, los mismos 11 autos.
En Estados Unidos, el número es bastante similar: el auto promedio cuesta 48.000 USD cuando la casa promedio cuesta $420.000, es decir, una casa cuesta 9 autos en términos simples.
Si vemos este gráfico, donde revisamos el precio promedio de los autos nuevos en pesos (CLP) v/s inflación, vemos cómo hubo una descorrelación importante post pandemia, donde los precios de los autos aumentaron más que la inflación. Sin embargo, no ha afectado la demanda de manera significativa, y vemos que este delta está convergiendo.
Aun así, no me cuadra que tengamos un mercado de autos nuevos a los precios actuales, por lo que debe ser la forma de comprarlos vía financiamiento la que mantiene esta demanda.
Haciéndole un doble clic a la industria de financiamiento automotriz, en Estados Unidos, la financiación de vehículos es un mercado bien establecido, donde el plazo promedio de estos créditos está entre 60 y 72 meses. Este mercado cuenta con varias alternativas de financiamiento, tales como:
Qué ocurre en Chile
En Chile, las opciones de financiamiento también son variadas, aunque el mercado es más pequeño comparado con EE.UU. Las principales opciones son:
Tendencias en América Latina
En el contexto de América Latina, la financiación de vehículos varía significativamente entre países debido a diferencias en la economía, regulación y comportamiento del consumidor. Algunas tendencias notables incluyen:
¿Qué pasa con los autos eléctricos?
A diferencia del mercado completo de autos, en países desarrollados, el financiamiento vía leasing o renting de autos eléctricos es aún más popular debido a:
Tecnología en rápida evolución, dado que los autos eléctricos están en constante mejora en términos de autonomía, tecnología de baterías y características de software. El leasing permite a los consumidores acceder a las últimas innovaciones sin comprometerse a largo plazo.
Incentivos financieros fiscales ofrecidos por el gobierno, como incentivos a utilizar medios de transporte limpios.
Depreciación es un costo relevante en este tipo de vehículos, dado que suelen depreciarse más rápido debido a la obsolescencia tecnológica. El leasing transfiere el riesgo de depreciación al arrendador en lugar del consumidor. Los pagos mensuales de leasing suelen ser más bajos en comparación con los pagos de préstamos para la compra de vehículos, lo que hace que los autos eléctricos sean más accesibles para una mayor cantidad de consumidores.
Conclusión
La financiación de vehículos muestra dinámicas interesantes en Chile, siendo una industria bastante competitiva. Está por verse cómo abarca con nuevos productos el alza generalizada de los precios de los autos y nuevos consumidores, sobre todo con productos con características distintas, como lo son los autos eléctricos.
Esto se suma a las preferencias que tienen las nuevas generaciones, quienes no buscan la propiedad de sus bienes, sino que prefieren pagar por uso y no tener que cargar con la responsabilidad financiera que requiere un bien semi durable como un auto.
Además de esto, entendiendo que los retiros de las AFP perjudicaron de sobremanera las tasas de largo plazo, y en específico al chileno promedio, vemos cómo la generación X y Z están cada vez más lejos del sueño de la casa propia. En una de esas, quizás sus prioridades cambian al sueño del auto del año.
Andrés de Carcer
Portfolio Manager Senior Deuda Privada Fynsa AGF