En medio de la caída de los flujos de venture capital el año pasado, que se redujeron un 30% en Estados Unidos, hubo un sector que continuó atrayendo recursos: el de las empresas relacionadas con la mitigación del cambio climático, que van desde fabricantes de vehículos eléctricos a empresas de energías limpias. El financiamiento para estas empresas, conocidas como clean-tech, sumó US$59.000 millones en 2022, un 4% más que en 2021, según un reporte publicado por BloombergNEF.
La preocupación por el calentamiento global, los altos precios de la energía y las legislaciones lanzadas en varios países para promover la descarbonización de la economía han sido el principal motor de este interés. Y la tendencia se mantendrá, dados los recursos disponibles para invertir en el sector: según el reporte, en 2022 se cerraron 60 fondos para clean-tech, los que recaudaron US$24.000 millones.
Los acuerdos de financiamiento tuvieron un tamaño promedio de US$10 millones, frente a US$7 millones en 2021.