Con el éxito del chatbot de inteligencia artificial generativa ChatGPT, el debate sobre la naturaleza y los riesgos de la IA se ha instalado en la discusión pública pero también está comenzando a tener un fuerte impacto en el mundo corporativo, reporta Bloomberg. 

Tome el caso de Cheeg, una empresa que ofrece un servicio por suscripción de ayuda en línea a los estudiantes para redactar ensayos y resolver pruebas, que vio caer el precio de sus acciones un 42% el 1 de mayo después que la empresa emitiera una advertencia sobre el impacto de los chatbots en su modelo de negocios y reportará unas proyecciones de ventas y ganancias por debajo de los esperado por los analistas. La empresa confía en poder enfrentar el desafío, pero por ahora el mercado ha mostrado sus dudas.

IBM, por su parte, anunció que disminuirá sus planes de contratación de personal en áreas que la empresa vislumbra que la IA puede encargarse de las tareas. El CEO del gigante tecnológico señaló a Bloomberg que la decisión involucraría unos 26.000 puestos de trabajo en los próximos cinco años.

En tanto, una serie de firmas, como Samsung, JP Morgan, Bank of America y Citigroup están prohibiendo o restringiendo a sus empleados el uso de herramientas de IA generativa como ChatGPT ante el temor de que información sensible de las empresas sea almacenada en servidores externos y que no pueda ser borrada o que pueda filtrarse a otros usuarios. 

Y hay una preocupación especialmente importante en el área de generación de contenido. El sindicato de escritores y libretistas de Hollywood, que habían entrado en huelga al cierre de esta nota, incluyeron en sus demandas la regulación de las herramientas de IA generativa, mientras que NewsGuard, un grupo que evalúa servicios de noticias, ha identificado al menos 49 sitios web cuyo contenido es generado por IA generativa, llamando la atención sobre los riesgos que conlleva.

La ola de la IA recién comienza. Goldman Sachs señaló en abril que la esta tecnología podría impulsar un crecimiento del 7% de la economía global.