Mientras las grandes empresas respiran, las pymes e inmobiliarias aún luchan por oxígeno. El crédito bancario parece una fiesta con lista VIP: pocos invitados, muchos esperando afuera. Pero hay otras puertas, si sabemos dónde tocar.
Tasas altas, viviendas vacías, familias sin casa... el problema persiste sin una solución clara. ¿Cuándo despertará nuevamente la industria inmobiliaria chilena? ¿Estamos frente a una nueva realidad que llegó para quedarse?
Todo indica que la deuda privada seguirá ganando espacio en Chile. La incertidumbre macroeconómica, combinada con una necesidad estructural de más viviendas, crea un entorno propicio para que estos instrumentos se institucionalicen.
La incertidumbre global redefine las reglas del juego y el capital privado responde con resiliencia, foco y nuevas oportunidades, destacando su capacidad de adaptación.
El futuro es verde y está lleno de oportunidades. La transición hacia energías renovables está en marcha y cambiando la forma en que invertimos y generamos riqueza.
La necesidad de financiamiento alternativo ha impulsado el crecimiento de la deuda privada, transformando el acceso al capital y fomentando el desarrollo económico y la innovación en diversos sectores.
En un escenario de tasas hipotecarias récord y una UF en constante ascenso, para muchos chilenos, el sueño de la vivienda propia se ha complicado cada vez más.
El evento reunió a más de 250 inversionistas y expertos para hablar sobre tendencias de mercado y estrategias de inversión global.
Estos activos no sólo ofrecen potenciales retornos más altos que los instrumentos tradicionales, sino que también permiten una mayor diversificación en los portafolios.
A pesar de sus orígenes en un contexto de tasas de interés bajas, la deuda privada ha demostrado una notable capacidad de adaptación y resistencia frente a condiciones financieras desafiantes