El gobierno familiar no es meramente un proceso de toma de decisiones patrimoniales, es una herramienta poderosa para garantizar que el legado familiar no sólo sea financiero, sino también emocionalmente saludable y armonioso.
Las diferencias generacionales son un desafío, pero también una oportunidad para evolucionar en el manejo del patrimonio familiar.
La transición patrimonial no es un camino fácil, pero con una planificación adecuada y una visión compartida, las familias pueden superar los retos y asegurar un traspaso exitoso de su patrimonio para las generaciones venideras.