Por Centro de Conocimiento Tributario | CCT
En la campaña presidencial del 2013, la entonces candidata Michelle Bachelet presentó una propuesta de Reforma Tributaria con medidas para aumentar la recaudación fiscal. Tras llegar a La Moneda por segunda vez, en marzo de 2014, la idea se convirtió en un proyecto de ley, que seis meses más tarde fue aprobado por el Congreso.
Así, el 29 de septiembre de 2014 se publicó la Ley Nº 20.780 sobre Reforma Tributaria, que introdujo importantes cambios al sistema impositivo chileno, redefiniendo algunos de los pilares que lo sostenían —tributación de las rentas empresariales, nuevos regímenes y la eliminación del FUT, por mencionar algunos— y trazando un camino distinto al recorrido desde los años ochenta en materia de impuestos.
Aumento de la recaudación
La Reforma de 2014 tuvo varios objetivos; entre ellos, aumentar la carga tributaria para solventar gastos permanentes con ingresos permanentes, poniendo énfasis en educación y otros ámbitos de protección social.
Para concretar este foco recaudatorio, se establecieron cinco grandes herramientas: subir tasas de impuestos, aumentar la base afecta a impuestos, incorporar normas anti elusivas, poner fin a beneficios tributarios y crear nuevos hechos gravados con tasas especiales.
Gradualidad y necesidad de simplificar
En términos de alcance, la Ley Nº 20.780 modificó más de veinte cuerpos legales, incorporando normas permanentes y transitorias. Estas últimas, para armonizar temas que presentaban un marcado antes y después.
Asimismo, sus disposiciones contemplaron una puesta en marcha paulatina, distribuida en cinco años de implementación (2014-2018), lo que la hizo aún más desafiante para los contribuyentes y la autoridad fiscal.
En esa línea, la magnitud de algunos cambios creó la necesidad de simplificar aspectos que dificultaban su aplicación. Con ese objetivo a la vista, a inicios de 2016 se publicó la Ley N° 20.899, que introdujo ajustes en varias materias, siendo conocida como Simplificación de la reforma.
Una década de cambios
A partir de la Reforma Tributaria, el sistema impositivo chileno ha tenido sucesivas modificaciones, destacando la Modernización Tributaria de 2020 (Ley Nº 21.210) y la Ley Nº 21.420 (2022) que reduce o elimina exenciones tributarias para financiar la Pensión Garantizada Universal (PGU).
Hoy, el tema vuelve a estar sobre la mesa con el proyecto de Ley de Cumplimiento de las Obligaciones Tributarias y Responsabilidad Fiscal impulsado por el Gobierno, y que actualmente se encuentra en pleno trámite legislativo.
La iniciativa busca incrementar la recaudación fiscal en un 1,5% del PIB mediante tres vías principales: reducir la evasión y elusión de impuestos, así como la informalidad, modernizar la administración tributaria y fortalecer la Defensoría del Contribuyente, entre otras disposiciones.