Durante las últimas semanas, ha estado de moda hablar sobre “ChatGPT”, una plataforma de inteligencia artificial (IA) que es capaz de generar lenguaje natural. Desarrollado por OpenAI, utiliza técnicas de aprendizaje automático para producir respuestas coherentes y relevantes a preguntas y mensajes escritos.
El modelo se entrena en grandes conjuntos de datos de texto para aprender patrones y estructuras lingüísticas, lo que le permite comprender y generar lenguaje humano de manera efectiva.
ChatGPT funciona mediante la predicción de la palabra o frase más probable que sigue a una entrada dada, lo que le permite generar una respuesta fluida y coherente en tiempo real.
Si bien la IA está presente en nuestra vida hace mucho tiempo, ChatGPT y otras herramientas similares han generado impacto al poder reemplazar de manera tan verosímil algo que pensábamos era sólo inherente a la interacción entre seres humanos.
Así, ha vuelto a instalarse en la discusión pública la potencialidad de la IA para colaborar y, finalmente, reemplazar, trabajos que hoy dependen de personas y su capacitación, experiencia y habilidad para lidiar con problemas complejos.
La inteligencia artificial ha avanzado enormemente en los últimos años, y su capacidad para realizar tareas difíciles ha mejorado significativamente. Como resultado, se espera que ésta tenga un impacto significativo en el futuro del trabajo. En este sentido, es posible que la IA reemplace alguno de ellos en el futuro.
A continuación, se describen algunos ejemplos de cómo la IA puede reemplazar trabajos en diferentes áreas:
El desafío para la sociedad es cómo lidiar con el desplazamiento de trabajadores debido a la automatización y la IA. El desempleo y la desigualdad económica pueden aumentar a medida que más trabajos sean reemplazados. Por lo tanto, es importante que las sociedades consideren formas de apoyar a estos trabajadores. Algunas posibles soluciones incluyen:
En conclusión, la IA puede reemplazar algunos trabajos en el futuro. El desafío para la sociedad es cómo ayudar a los trabajadores que son desplazados por la IA y garantizar que todos tengan acceso a una ocupación y un ingreso adecuado. Considerando que la columna que acaba de leer está escrita un 90% por una IA[1], este economista se está comenzando a poner nervioso.