Hace un par de semanas, Elon Musk cerró la compra de Twitter a cambio de US$44 mil millones. Desde que esto ocurrió, varias celebridades han tomado la decisión de irse de la red social, incluso responsabilizando de forma directa al nuevo CEO de la compañía debido a sus intervenciones: primero fueron los despidos masivos, luego el plan para cobrar a quienes tienen la cuenta verificada. De hecho, personalidades como Gigi Hadid (famosa modelo), Shonda Rimes (creadora de Grey´s Anatomy) y Toni Braxton (cantante) dicen que Twitter ya no es un “espacio seguro” y que no quieren participar de “lo que sea que Elon haya planeado”.

Pero ¿cuál es el verdadero plan de Musk? Desde las censuras que recibió el empresario, se puede deducir que está buscando una reducción de la moderación del contenido en la plataforma, con la idea de reforzar la “libertad de expresión”. Es más, diversas fuentes indican que estaría buscando apoyar la candidatura de Donald Trump para las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, lo que ha tenido una fuerte repercusión en el público. Al mismo tiempo, otra acción que generó un amplio malestar en la comunidad fue el despido total del equipo de Derechos Humanos de la empresa.

Estos mensajes no han sido bien recibidos por los usuarios de Twitter, lo que ha generado esta ola de cierres de cuentas, e incluso la retirada de anunciantes de publicidad. Sobre esto, Musk apunta a grupos activistas que, según él, “están intentando destrozar la libertad de expresión en Estados Unidos”. Lo cierto es que esto ha generado una caída masiva en los ingresos publicitarios de Twitter e incluso ha despertado el crecimiento de una red social alternativa: Mastodon, que hoy tiene más de 650 mil usuarios (con más de 230 mil nuevos ingresos en la última semana).

Ahora bien, ¿incluso un gigante como Twitter puede caer? ¿Y así de rápido? Esto demuestra el peso que pueden tener algunas decisiones, y el valor que aporta un equipo de C-Level que tenga sus propios objetivos alineados con los de la empresa. Justamente, es por esto que el principal factor evaluado por los inversionistas de Venture Capital es el equipo fundador. Esto se sostiene, de hecho, con el mismo Elon Musk: técnicamente implacable, fue capaz de crear dos gigantes, Tesla y SpaceX, pero hoy, al parecer, no está entrando en el lugar correcto y da muestras de estar derrumbando un imperio.

Por Tomás Latorre

Equipo AGF