Aprovechando que estamos en fiestas patrias, hablemos del circo. Una de sus más tradicionales atracciones eran los espectáculos con animales. Sin embargo, el sufrimiento y maltrato normalmente asociado a esto está sacándolos de las rutinas circenses, poniendo en jaque a un espectáculo que ya ha visto desaparecer leyendas como el circo estadounidense Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus, que eliminó los animales salvajes en su espectáculo en 2016 y finalmente terminó quebrando al año siguiente, tras 146 años de historia.
Ahora, un circo francés dirigido por un matrimonio de dos ex domadores de animales está recurriendo a la tecnología para seguir la tradición: a los malabaristas, equilibristas, magos y otros artistas está sumando animales salvajes en forma de hologramas. El circo, llamado L’Ecocirque (o circo ecológico) quiere hacer honor a su nombre. Además de los hologramas, toda la energía que consume viene de fuentes renovables, ha eliminado los plásticos en las golosinas y bebidas que venden y sus artistas evitan viajar en avión para trasladarse.
Tras la pandemia, L’Ecocirque ha retomado este año su gira por Francia, aunque todavía con restricciones de aforo. ¿Tendrá éxito este nuevo modelo? Todavía está por verse, pero sus dueños creen que no hay vuelta atrás y que está será la senda a través de la cual se transformará el espectáculo circense.