Por Centro de Conocimiento Tributario | CCT

Uno de los roles que desempeña el Servicio de Impuestos Internos (SII), es facilitar el cumplimiento tributario de los contribuyentes. Para ello, cada año elabora propuestas de Declaración de impuesto a la renta (este 2024, según cifras oficiales, confeccionó alrededor de 3.900.000), dirigidas -principalmente- a personas naturales afectas al impuesto global complementario (IGC).

Así como la semana pasada, en este mismo espacio, dimos a conocer las 6 preguntas claves de la Declaración de renta; en esta ocasión profundizaremos en un aspecto práctico del tema: ¿Por qué es importante chequear las propuestas de declaración que entrega el SII?

1. Tienen un carácter dinámico
   Las propuestas de renta son confeccionadas de manera automática por la autoridad fiscal, sobre la base de la información y antecedentes que figuran en sus sistemas; los cuales son aportados por agentes retenedores e informantes (empleadores, bancos y otras instituciones financieras, corredores de propiedades, notarios, entre otros) a través de Declaraciones Juradas.
   Ello les otorga un carácter dinámico; es decir, su contenido y resultado pueden variar previo a su presentación por parte del contribuyente, en la medida que cambie la información de la cual dispone el SII.
2. Es solo una propuesta
   Como su nombre lo indica, se trata de una propuesta de Declaración de impuesto a la renta; siendo exclusiva responsabilidad del contribuyente revisar, complementar o modificar los datos contenidos en ella, antes de hacer clic en “Aceptar y enviar”.
   Asimismo, existen ciertas rentas que no cuentan con una Declaración Jurada específica para ser informadas, lo que impide al SII incluirlas en su propuesta de Formulario Nº 22; debiendo hacerlo directamente el contribuyente, en caso de haberlas generado o percibido durante el año comercial anterior.
3. Respaldo de lo declarado
   Independientemente de utilizar o no la propuesta que genera el SII como base para declarar, el contribuyente deberá respaldar toda la información contenida en ella, en caso de ser requerida por la autoridad fiscal.
   Una de las principales formas de acreditar las rentas, créditos y otras cantidades declaradas, es mediante certificados tributarios (sueldos, honorarios, APV, retiros y dividendos, entre otros), los cuales se deben solicitar a los respectivos agentes retenedores con los que el contribuyente interactuó durante el año que se declara.

A lo anterior se suman otros tipos de respaldos (escrituras, contratos, etc.), que dependerán de la naturaleza de cada operación.