Liquidez escasa, oportunidades crecientes
En un contexto de incertidumbre macroeconómica, presiones inflacionarias persistentes y amenazas comerciales, como los recientes anuncios de tarifas en EE. UU., los mercados privados se enfrentan a un nuevo punto de inflexión. Sin embargo, en ese entorno, algunos segmentos del private equity —como los mercados secundarios y el mid-market— están emergiendo como espacios estratégicos para captar valor.
Secundarios: liquidez donde otros ven fricción
El mercado secundario ha dejado de ser un rincón poco explorado de los mercados privados. En 2024, el volumen transado alcanzó un récord de US$ 160 mil millones, y las condiciones actuales sugieren que la tendencia continuará (Página 5). Las razones son claras:
Estos factores no sólo han dinamizado el mercado, sino que también han elevado este perfil como una herramienta de gestión de portafolios institucionales.
Mid-market: profundidad y resiliencia
El segmento medio del private equity ha mostrado una sólida capacidad de adaptación frente a la volatilidad. Las empresas en este espacio suelen tener menor apalancamiento, ser menos dependientes del comercio internacional y responder más rápido a cambios estructurales. Asimismo:
En un entorno donde la selectividad es clave, trabajar con gestores con experiencia comprobada se vuelve esencial.
Disciplina, diversificación y cautela activa
Los gestores más experimentados están adoptando un enfoque defensivo: aumentando la liquidez, manteniendo un alto estándar de selección y priorizando sectores menos cíclicos, como servicios profesionales, industriales livianos o tecnología con modelos recurrentes.
El objetivo no es sólo resistir la volatilidad, sino que estar en posición de actuar cuando se presenten oportunidades.
Private debt: Un complemento defensivo en el contexto actual
En paralelo, la deuda privada ha ganado tracción como una alternativa sólida frente a la compresión de retornos en renta fija tradicional. En un entorno de tasas altas y distribución limitada desde private equity, los inversionistas están optando por instrumentos con flujos más predecibles. La madurez del mercado de deuda privada —incluyendo su creciente segmento secundario— ha permitido generar liquidez adicional y diversificación, en particular en sectores defensivos como tecnología, salud y servicios empresariales.
¿Qué se viene?
Con más presión sobre las salidas, mayores periodos de tenencia y necesidad de liquidez por parte de los LPs, el mercado secundario podría ser uno de los grandes protagonistas del año.
Y, si el contexto económico continúa tensionado, estos vehículos podrían ofrecer una puerta de entrada a activos de calidad con descuento, algo cada vez más difícil de encontrar en mercados públicos sobrevalorados.
Juan Manuel Alessandrini
Analista Fondos Internacionales Fynsa AGF