Si bien las acciones tienen una ventaja relativa respecto a los bonos en un entorno más inflacionario, a medida que las presiones inflacionarias comiencen a moderarse, un paso intermedio en la toma de riesgo debería hacerse vía renta fija de grado de inversión.
A medida que el entorno macroeconómico se vuelva mucho más desafiante en los trimestres siguientes, parece poco probable que recibamos mayor apoyo del lado de las utilidades corporativas, lo que deja al mercado totalmente dependiente de un potencial “Pivote de política”.
La pregunta importante que surge respecto a la política del Banco Central es hasta cuándo estará en pausa el ajuste monetario.
El resultado del plebiscito debería tener un impacto positivo en los mercados, bajo el supuesto de una menor incertidumbre y primas de riesgo en el futuro debido a la expectativa de una nueva constitución más moderada.
El contexto actual obliga a tener un allocation mucho más selectivo, todavía con cierta sobreponderación de renta variable.
La curva de rendimiento de EE.UU. ha mostrado un aumento en la probabilidad implícita de recesión, en las últimas semanas.