La inflación de enero sorprendió al alza, pero debemos recordar que debutó una nueva canasta para medir la inflación, junto con una nueva base 2023 = 100, lo que adicionalmente incorporó cambios y mejoras metodológicas.
El spread entre la tasa local y la de la FED se ha comprimido, pero el juego va a seguir hasta que tengamos claridad del inicio de la baja de tasas en EE.UU. y descontemos el nivel al cual deberá ajustar las tasas el Banco Central.
En un contexto de baja de tasas, tanto por parte del Banco Central como de la Reserva Federal, va a ser especialmente relevante poder tener certezas respecto de cómo se moverá nuestra moneda.
La historia de Watershed ilustra la maduración del negocio de medir las emisiones de gases de efecto invernadero