Pasaron las elecciones presidenciales en Argentina y hubo sorpresas. Los candidatos fueron Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), conservadora y de derecha, pero dentro de una coalición donde también había gente de centroizquierda; Javier Milei (La Libertad Avanza), un economista -divulgador de las ideas de libre mercado- devenido en político; y Sergio Massa (Unión por la Patria) un político camaleónico, muy hábil y que supo estar en varios espacios. Actualmente es el ministro de Economía de la golpeada Argentina. 

Las proyecciones estaban repartidas: se hablaba de un tercio para cada uno, aunque con algo de ventaja para Javier Milei. En el último tramo de la campaña hubo una competencia feroz contra Bullrich, tratando de capturar votos en el mismo electorado de derecha y centroderecha. Finalmente, los resultados del pasado domingo fueron algo distinto a lo esperado. Massa, al que le adjudicaban un tercer lugar, salió primero y se alzó con casi 37% (9.6MM), mientras que Milei obtuvo un 30% (7.9MM), y Bullrich un 24% (6.2MM). 

La primera consecuencia tiene que ver con Juntos por el Cambio. La coalición que fue durante muchos años la principal oposición al oficialismo, hoy se ve resquebrajada luego de salir tercera, y con parte de su electorado comenzando a dar apoyo a Massa y Milei. La segunda consecuencia importante tiene que ver con cómo queda configurado el mapa político, donde Massa queda como claro líder del peronismo y Milei de la oposición. En tercer lugar, es probable que quede expuesta por primera vez, y a partir de la segregación de Juntos por el Cambio, una división ideológica clara entre las ideas de libre mercado -representadas por La Libertad Avanza y parte de Juntos por el Cambio- y el Socialismo, representado por el Peronismo, el Radicalismo y la Izquierda. 

Argentina es medularmente Peronista, y todo el aparato de fiscalización y de propaganda va a estar del lado del oficialismo. Milei tendría que capturar la mayoría de los votos de Bullrich para tener una chance. Hoy el jefe político de Bullrich es Mauricio Macri, quien tiene una buena relación con Javier Milei, y se estarían tendiendo puentes en ese sentido. En el caso de que Massa gane el balotaje, se espera continuidad en las políticas con protección de la industria nacional, apuntando a un desarrollismo con un tipo de cambio competitivo, esto según su programa oficial. En el caso de Milei, ocurriría un cambio principalmente basado en dos puntos: la reducción del gasto público y la dolarización (libre competencia de monedas). Esto lo sabremos el 19 de noviembre, día del balotaje, donde quien saque la mayoría de los votos se alzará con el bastón presidencial.

Pablo Gonella

Operador Mesa de Dinero