Los efectos del cambio climático están dejando su huella también en la industria de seguros. Las proyecciones apuntan a que los reclamos por daños relacionados con los desastres naturales superarán en 2023 los US$100.000 millones por tercer año consecutivo.

La reaseguradora Swiss Re estima que los costos derivados de eventos relacionados con los desastres naturales sobrepasaron los US$50.000 millones en la primera mitad del año. Más de dos tercios de este total corresponden a costos derivados de los daños producidos por las fuertes tormentas registradas en Estados Unidos. Si bien esto refleja la intensidad de los eventos climáticos registrados en el gigante norteamericano, también muestra una economía con una mayor implantación de la cultura de los seguros. En contraste, el mayor evento natural de este año, el terremoto que afectó a Turquía y Siria, causó daños estimados en unos US$40.000 millones, de los que solamente US$5.000 millones estaban asegurados.

Los costos para las aseguradoras relacionados con desastres naturales sumaron US$125.000 millones en 2022, frente a un promedio de US$81.000 millones en los últimos 10 años y US$110.000 millones en los últimos cinco.

Estos aumentos no han sido necesariamente malas noticias para las aseguradoras. Según Bloomberg, la utilidad neta de Swiss Re en el primer semestre del 2023 aumentó, gracias a una mayor demanda por seguros y a un aumento en el precio de las primas.