La electrificación de los vehículos pesados es uno de los grandes desafíos que enfrenta el sector transporte para reducir su huella de carbono. Si bien el alza de las ventas de camiones medianos y pesados de bajas emisiones –eléctricos y de celdas de hidrógeno— en China sorprendió en diciembre pasado, alcanzando el 10% de las ventas totales, lo cierto es que es un segmento donde todavía queda mucho camino por andar.

Range Energy, una startup de California, está ofreciendo una solución innovadora para reducir las emisiones de los camiones pesados: está fabricando remolques que tienen su propia batería y motor eléctrico, lo que en la práctica convierte al camión en un vehículo híbrido. La empresa probará estos equipos en los próximos meses con varios transportistas en California y espera iniciar la producción comercial a fines del 2025.

Range, que recaudó US$23,5 millones en financiamiento de un grupo de inversionistas, espera sacar ventaja de los subsidios que se ofrecen en California para descarbonizar el transporte pesado. California, que planea prohibir la venta de camiones diésel a partir del 2036, ha creado un fondo de US$1.900 millones para facilitar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. El trailer diseñado por la empresa reduce hasta en un 70% las emisiones de un camión pesado convencional.