Este escenario genera preocupación por la sostenibilidad fiscal a largo plazo, con un impacto directo sobre las decisiones políticas y el financiamiento de servicios públicos.
El crecimiento económico en Chile sigue siendo insuficiente y estructuralmente débil, lo que pone en evidencia la necesidad de un cambio en la estrategia para un desarrollo más sólido.
Hay factores que contribuyen al éxito o al fracaso de las naciones y que, dicho éxito o fracaso, está determinado —principalmente— por la calidad de sus instituciones, no sólo políticas, sino que también económicas.
En América Latina, Argentina sobresale por el tamaño de su deuda en relación al PIB, mientras que Brasil lo hace por el peso que tiene su deuda en el endeudamiento global
China busca un cambio de rumbo en su modelo de desarrollo.
Las perspectivas de la economía china son preocupantes, pero el gigante asiático tiene cartas bajo la manga: ahorro y capacidad de desarrollo tecnológico.
Dada la importancia de mantener un mercado de capitales sólido, es crucial tomar medidas que lo expandan en lugar de reducirlo, como sucedió con los retiros.
¿No será mejor que las instituciones no bancarias, como los fondos de deuda privada, que históricamente han financiado a las pymes, lo hagan con las espaldas del FOGAPE?
El grupo inició esta semana una cumbre en Johannesburgo con una agenda orientada a reforzar su influencia geopolítica y económica frente al G-7.