La actividad del capital privado –private equity, préstamos privados y venture capital—tuvo una clara disminución respecto al récord que alcanzó en 2021, con una contracción del 15%. Pese a la caída, los US$41.800 millones registrados en el 2022 representan un nivel claramente superior a los alcanzados en la década pasada, más que duplicando la suma alcanzada en 2019.
Entre 2021 y 2022 se han producido interesantes variaciones en el peso de cada uno de estos tipos de capital privado.
Las cifras de la Asociación Latinoamericana de Private Equity y Venture Capital (Lavca) muestran que en el 2022 las inversiones de private equity siguieron dominando, con una ligera disminución de US$29.900 millones en 2021 a US$28.200 millones en 2022, mientras que las inversiones de venture capital descendieron fuertemente, de US$15.900 millones a US$7.800 millones. Las inversiones de crédito privado, en tanto, dieron un salto, de US$3.300 millones a US$5.800 millones, reflejando en parte la búsqueda de fuentes alternativas de financiamiento frente al endurecimiento de las condiciones del financiamiento bancario.
El sector infraestructura, incluyendo energía y telecomunicaciones, es el que más inversiones atrajo.