En el ámbito de las finanzas tradicionales, las declaraciones de figuras públicas están reguladas para evitar manipulaciones del mercado. Autoridades como la SEC (Securities and Exchange Commission) en Estados Unidos monitorean y sancionan las acciones que puedan incidir indebidamente en el valor de los activos. Sin embargo, en el mundo de las criptomonedas, este control es prácticamente inexistente. Un simple tweet o comentario puede generar movimientos drásticos en los precios, sin que se impongan repercusiones legales. 

En este sentido, es clave preguntarse, ¿es sostenible este vacío normativo en un mercado que continúa expandiéndose? 

Poder disruptivo: Caso Milei / $Libra 

Un claro ejemplo de este fenómeno ocurrió cuando el presidente argentino, Javier Milei, mencionó a $Libra como una criptomoneda potencialmente beneficiosa para la economía trasandina. El mensaje de Milei incluyó un enlace del emprendimiento, llamado “Viva la libertad Project”, una clara referencia al slogan del mandatario, que termina todos sus discursos con “Viva La Libertad Carajo” o VLLC. 

Tras este aval, la capitalización de mercado de la criptomoneda llegó por sobre los US$4.000 millones, impulsada por unos 40 mil compradores, según los expertos. 

En un país donde un porcentaje significativo de la población ha incursionado en criptomonedas como alternativa frente a la inflación —según datos de Chainalysis citados en el informe Estado de la Industria Cripto 2024, elaborado por Lemon—, este tipo de declaraciones pueden generar expectativas infundadas y, en consecuencia, pérdidas considerables para inversores minoristas. 

Un mercado expuesto a la especulación y la manipulación 

Este fenómeno no es aislado. Figuras de renombre, con su influencia en redes sociales, han demostrado en repetidas ocasiones su capacidad para afectar el valor de las criptomonedas.  

Elon Musk, por ejemplo, con sus comentarios sobre Bitcoin y Dogecoin, ha generado movimientos repentinos en los precios. Además, celebridades como Kim Kardashian han sido sancionadas por promover criptomonedas sin revelar su relación contractual con los emisores, lo que resalta la necesidad de mayor transparencia en el mercado. 

La aparición de las memecoins, activos creados sin fundamentos sólidos, ha impulsado la especulación a niveles extremos. Muchos de estos tokens experimentan subidas vertiginosas seguidas de caídas abruptas, dejando a inversores atrapados con pérdidas millonarias. Los esquemas de “pump and dump”, donde grupos organizados inflan artificialmente el valor de un token para luego vender en masa, son una muestra de la manipulación que ocurre sin una regulación efectiva. 

Dado que los políticos y figuras públicas pueden tener una audiencia masiva y una influencia considerable en la percepción de los mercados, la falta de regulaciones que limiten o supervisen sus declaraciones representa un riesgo tanto para inversionistas individuales como institucionales. Esto plantea una cuestión fundamental: ¿Debería regularse la comunicación en el mercado cripto?  

A medida que las criptomonedas ganan terreno en los mercados financieros globales, la necesidad de una regulación que minimice los riesgos de especulación y manipulación se vuelve cada vez más urgente. El mercado cripto sigue en expansión, pero la falta de controles plantea un desafío tanto para los inversionistas individuales como institucionales.  

Juan Manuel Alessandrini 

Analista Fondos Internacionales Fynsa AGF