Después de varios años marcados por alta inflación, crecimiento moderado e incertidumbre económica, el mercado inmobiliario de Estados Unidos parece estar encaminado hacia una recuperación en 2025. Las señales indican que la industria podría estar en una posición más favorable en comparación con los últimos años, gracias a una economía que, en términos generales, ha logrado evitar una recesión profunda, perfilando un “soft landing” conforme al mandato dual de la Reserva Federal (FED).
Este escenario podría impulsar positivamente tanto los precios de alquiler como los niveles de ocupación, lo que augura un panorama optimista para el mercado inmobiliario comercial este año.
En su reunión de enero de 2025, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) decidió mantener la tasa de referencia en un rango de 4,25% a 4,50%, lo que marca la primera pausa desde que comenzó a reducir las tasas en septiembre de 2024, después de un ciclo de aumentos en 2022 y 2023.
Aunque las expectativas del mercado apuntan a una tendencia a la baja en las tasas, la rapidez con que se producirán estos ajustes sigue siendo incierta. Factores como una inflación más persistente, un mercado laboral robusto y la incertidumbre política podrían ralentizar el ritmo de los futuros recortes en las tasas.
Es clave comprender cómo las tasas de interés afectan de manera diferente a los diversos horizontes temporales y a sus respectivas repercusiones en el mercado inmobiliario:
A pesar de la incertidumbre, el “sentiment” entre los líderes empresariales está mejorando y la probabilidad de una recesión parece baja, siempre que no se presenten eventos geopolíticos inesperados o shocks de oferta. Si el escenario de “soft landing” se materializa, las tasas podrían experimentar caídas a un ritmo moderado, lo que consolidaría un entorno más favorable para el sector inmobiliario en 2025.
Marco Aurelio Arellano
Analista de Fondos Financieros Inmobiliarios Fynsa AGF