Enero 24, 2025 - 2 min

Desafíos y oportunidades ante el aumento de los “ninis”

En 2025, más de 250 millones de jóvenes no estudian ni trabajan. La desaceleración económica y la falta de empleo de calidad empeoran su situación.

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El mercado laboral mundial atraviesa una desaceleración económica que obstaculiza su plena recuperación, pasando del 3,3% en 2023 al 3,2% en 2024, lo que puede afectar directamente la creación de empleo, según detalla el informe “Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias 2025” (WESO Trends), de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). 

El desempleo mundial mantiene una tasa que —aunque parece estable— esconde una realidad mucho más complicada para los jóvenes, cuyo desempleo se sitúa cerca del 12,6%.  

En 2024, cerca de 259 millones de jóvenes (hombres y mujeres) eran considerados como “ninis” (personas que ni trabajan ni estudian), lo que representa un aumento de 1 millón y 1,8 millones, respectivamente, en relación con 2023. La tendencia es aún más pronunciada en países de ingresos bajos, donde las tasas de “ninis” superan el 20% en el caso de los hombres y el 37% en el de mujeres. 

Factores por considerar 

La OIT advierte que la resiliencia de los mercados laborales está bajo presión debido a la incertidumbre económica y social, influenciada por fricciones geopolíticas y riesgos de deuda soberana. El déficit mundial de empleo, que incluye a personas desocupadas y aquellas que desean trabajar, pero no pueden, alcanzó los 402,4 millones en 2024. 

El déficit abarca 186 millones de personas desocupadas, 137 millones de personas que forman parte de la fuerza de trabajo potencial y 79 millones de personas que quisieran trabajar, pero que tienen otras responsabilidades, especialmente tareas de cuidados.  

Un futuro con potencial 

A pesar de los desafíos que implica el déficit laboral, hay sectores que muestran un potencial de crecimiento significativo. Según el organismo internacional, áreas como las energías renovables y las tecnologías digitales representan fuentes de nuevas oportunidades. 

La inversión en energía solar, eólica y de hidrógeno está generando empleos a nivel internacional, aunque su distribución sigue siendo desigual, con una concentración notable en Asia Oriental. Asimismo, las tecnologías digitales presentan un campo fértil para la creación de puestos de trabajo, pero muchos países aún carecen de la infraestructura y la capacitación necesaria para aprovechar este potencial. 

La tendencia evidencia un escenario de incertidumbre, pero también abre un abanico de posibilidades para quienes estén preparados para adaptarse a los cambios. Para ello, es clave mejorar la capacitación y la conexión entre el sistema educativo y las necesidades del mercado laboral. 

Mercado laboral chileno 

En Chile, la realidad no es muy diferente. La tasa de desempleo sigue siendo moderada, pero el número de jóvenes “ninis” ha aumentado, reflejando una creciente desconexión entre el sistema educativo, el mercado laboral y las expectativas de la juventud.  

Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el periodo julio-septiembre 2024, las personas entre 15 y 24 años que no estudian ni trabajan llegaron a 327 mil, la cifra más baja desde 2020. En contraste, en el mismo lapso de 2023, había 394 mil “ninis”. Es decir, hubo una disminución anual de 16,9%.  

Sin embargo, aquello se debe, según voces expertas, a una incorporación laboral mediante empleos informales o temporales. 

 

Fynsa

Fuente: Informe “Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias 2025” – OIT – Bloomberg – Clapes UC – El Mercurio.