La inteligencia artificial (IA) es una de las áreas que más resiliencia ha mostrado en el sector tecnológico. En los primeros 11 meses de 2022 las firmas de venture capital han destinado US$67.000 millones a inversiones en empresas relacionadas con IA, según Pitchbook. Además, en los últimos doce meses, grandes empresas con presencia en el índice S&P 500 han adquirido 52 startups de IA. Estas mismas empresas publicaron entre agosto y noviembre más de 7.000 avisos de ofertas de empleo para expertos en IA y machine learning, diez veces más que los publicados en el primer trimestre de 2020.

Estos datos son coherentes con la última encuesta de McKinsey sobre el estado de la inteligencia artificial en 2022, que señala, entre otros hallazgos, que la adopción de IA en las corporaciones se ha más que duplicado respecto al 2017, con la mitad de los encuestados respondiendo que sus organizaciones han adoptado soluciones de IA en al menos una función.

¿En qué áreas están aplicando soluciones de IA? Principalmente en la automatización de procesos robóticos, visión artificial, comprensión del lenguaje natural, interfaces conversacionales y aprendizaje profundo. ¿Y para qué? Principalmente para optimización de servicios operacionales, creación de nuevos productos en base a IA, analítica de servicio al cliente, segmentación de clientes y adquisición de clientes/generación de leads.

Las empresas tecnológicas, obviamente, fueron las primeras en adoptar la IA, y muchas de sus aplicaciones han llegado a los clientes. La IA es lo que hoy ayuda a Amazon a administrar su cadena de suministro y a operar sus robots en sus bodegas, las que permiten a Siri funcionar como un asistente personal o las han permitido a Google optimizar sus servicios de publicidad. Las empresas grandes han comenzado a ofrecer además soluciones basadas en IA a sus clientes de servicios en la nube. Según The Economist, los ingresos derivados de servicios de machine learning de Microsoft se han duplicado, en términos anuales, en cada uno de los últimos cuatro trimestres.

La ola está lejos de parar, dicen los expertos. Vendrá una creciente oferta de servicios como la generación de nuevos contenidos, desde dibujos a textos de marketing, o para desarrollar códigos de programas informáticos.