Este año ha sido de una larga espera para finalmente ver a la Reserva Federal (FED) recortar tasas, materializándose en nuestro 18 de septiembre, con nada menos que con un ajuste de 50 pb.
En buena manera, sorprendió al mercado al pasar de un modo de prudencia máxima, a dejar un gusto de “nos demoras más de la cuenta”, recortando 50 pb y dejando a un mercado, después de los comunicados y declaraciones de participantes de la FED, con recortes por 75 pb adicionales para lo que falta del año, con un implícito nueva disminución de 50 pb en su próxima reunión, para luego pasar a recortes de 25 pb por mes. Mientras la FED mantenga este tono dovish, los mercados deberían seguir celebrando.
La principal noticia de esta semana ha sido la de los estímulos por parte de China, viendo —desde el lunes— una nueva ronda de incentivos monetarios, algunos históricos en términos de agresividad en recortes de tasas, pero con un sentimiento de mercado que no parecía acorde a estos movimientos.
Lo anterior, ya que no sólo se esperaban estos estímulos monetarios, sino que también un compromiso fiscal, que finalmente llegó el jueves, con propuestas para impulsar el alicaído sector inmobiliario, así como también reforzar las estructuras de capital de los bancos. Este movimiento es una nueva fuerza compradora para emergentes de manera transversal, con economías y commodities celebrando por esta oportunidad de ver al tren emergente comenzar a empujar nuevamente el crecimiento mundial.
Los puntos señalados son más que suficientes para augurar un término de año bastante bueno y —por qué no— esperar una nueva expansión de múltiplos para 2025.
Pero, por supuesto, no todo es color de rosas. Las tensiones geopolíticas en Medio Oriente siguen fuertes, por lo que el riesgo de contagio sigue presente. Por otro lado, la guerra entre Rusia y Ucrania sigue representando un riesgo con tensiones nucleares, como fue señalado en la ONU. Por último, lo más próximo, las elecciones en Estados Unidos, donde el resultado podría traer consigo volatilidad a los mercados de cara a fin de año.
Mientras los riesgos de cola permanezcan acotados, los mercados deberían seguir celebrando de cara a 2025, en especial para los activos de riesgo.