Si uno ve el nivel de tipo de cambio en una perspectiva histórica, no cabe duda de que las cifras actuales son particularmente altas. Luego de la pandemia, y la inflación que vino como consecuencia —que derivó en tasas más altas generando una apreciación del dólar en el mundo—, hoy nos encontramos ad-portas del inicio de la llamada normalización de tasas FED en Estados Unidos, a lo que el mercado apuesta que debería ceder desde el actual 5.5% a cerca del 3%. Esto debería implicar un dólar más débil en el mundo.
Por otro lado, el factor político ha venido impactando de manera importante el tipo de cambio en Chile. A fines de 2019 se vivió un desborde social que decantó en no uno, sino dos intentos por cambiar la Constitución. Este miércoles, de hecho, se conmemoraron dos años del rechazo al primer intento; reconocida por muchos como la votación más importante de nuestro tiempo.
Si bien es cierto que el cambio constitucional no es prioridad en la población, los miedos que generaron la fuga de capitales a contar de 2019 no han vuelto. Con una inversión que se ha mantenido deprimida, al parecer el mercado espera tener claridad sobre la impronta del próximo gobierno para generar proyectos de inversión.
Pero no sólo en Chile tenemos elecciones cercanas; en EE. UU. se elige un nuevo presidente en noviembre, entre Donald Trump y la actual vicepresidenta Kamala Harris, lo que también aplica volatilidad con el impacto de la política exterior, que —en términos de intercambio— podría impactar en un cobre, que hoy está instalado sobre 4.0, bastante sobre el promedio histórico.
Llama la atención que varios analistas esperen mayor inflación si sale el expresidente, cuando si algo se tiene claro, es que volverá la producción y refinación de petróleo (u Oro Negro, como lo llamó en una reciente entrevista). Con lo anterior, debería traer algo de respiro para una economía que ha visto un incremento de casi el doble en el precio de los combustibles en los últimos 4 años, y que conlleve menores presiones inflacionarias.
Un cuarto factor importante para considerar es el geopolítico, con dos conflictos activos: Medio Oriente y Rusia y Ucrania. Desde una perspectiva global, ha metido una cuota no menor de volatilidad en los mercados y con esfuerzos de no escalamiento que hasta el momento han sido exitosos.
Si uno resume lo mencionado, podemos decir que, al menos en Chile, el dólar se encuentra en niveles históricamente altos y que con los principales factores que han explicado su ascenso ya descontado, sólo queda esperar cómo se resuelven las variables explicadas más arriba.
Si todo se resuelve de la manera esperada, en Chile deberíamos tener un tipo de cambio en niveles menores; de lo contrario, estaremos en un nuevo normal donde tendremos que acostumbrarnos en tipos de cambio más altos.
Gustavo Gallardo, CMT
Subgerente de Sales and Trading
Mesa de Dinero Fynsa