Finanzas.
Diciembre 1, 2022 - 2 min

Valorización de una Startup: el dilema del uso de las metodologías tradicionales

Es necesario contar con un análisis que incluya factores distintos a los “tradicionales”, para reflejar el valor en el largo plazo y el crecimiento que se espera de la compañía.

Comparte

 

En los últimos años, ha adquirido gran popularidad en el mundo el término startup, el cual se refiere a una organización que desarrolla productos o servicios de gran innovación y altamente requeridos por el mercado, generalmente con una base tecnológica fuerte y que se espera que presente un crecimiento exponencial en sus ventas.

En este contexto, hemos visto cómo muchas de estas compañías han logrado grandes series de levantamiento de capital, incluyendo importantes ejemplos chilenos como NotCo, Cornershop, Betterfly, Xepelin o Migrante, a cambio de un determinado porcentaje de la propiedad de estas empresas. Pero ¿cómo se establece el precio de esta transacción? ¿Se utiliza el mismo análisis financiero que para las inversiones tradicionales?

La respuesta no es tan sencilla como un simple sí o no. Pese a que existen muchas metodologías tradicionales de valorización, muchas veces estos enfoques no bastan para llevar a cabo esta tarea de forma apropiada para este tipo de empresas, ya que muchas de ellas se encuentran en una etapa temprana, donde aún no generan flujos de caja positivos o son muy impredecibles, lo que puede arrojar un valor distorsionado y lejano a la realidad.

Aun así, hay formas de adoptar estos modelos: por ejemplo, el clásico “Flujo de Caja Descontado”, logra reflejar el valor en el largo plazo y capturar altas tasas de crecimiento, a través de la determinación de WACC (Weighted Average Cost of Capital) adecuados para la industria en la que participe la startup en cuestión y tasas de crecimiento perpetuos.

De igual forma, es importante tener en consideración distintos indicadores no financieros que pueden ser útiles para complementar este ejercicio, ya que permiten medir el desempeño de las compañías en comparación con empresas maduras del sector. Algunos ejemplos de lo anterior son: el número de clientes suscritos, la frecuencia de visitas a la plataforma, el costo de adquisición de los clientes o la tasa de retención de estos. Por otra parte, se pueden aplicar múltiplos simples a la cantidad de dinero transado a través de la plataforma en el caso de un Marketplace, o un múltiplo sobre los ingresos. Lo importante es hacer una comparación que esté basada en los mismos parámetros para las compañías que actúen en los mismos rubros y que estos sean factores clave del desempeño en estas áreas.

La no inclusión de estos factores o modificaciones en modelos “tradicionales”, puede generar complejidades y errores en la evaluación de estas empresas, ya que no se mostraría la mayor proporción de costos que se presentan en etapas tempranas en comparación a los ingresos generados, ni los cambios de esa proporción en el futuro o el crecimiento en los ingresos que puede generarse por posibles expansiones a nuevos mercados, o incluso por adopción del producto en el mercado en el cual está presente. 

De esta manera, realizar una valorización apropiada de una Startup es fundamental para medir el crecimiento realista de la compañía, por lo que se vuelve muy necesario contar con un análisis que incluya factores distintos a los “tradicionales”, para así reflejar correctamente el valor en el largo plazo y capturar el crecimiento que se espera de la compañía en el futuro.

 

Por Tomás Latorre | Equipo AGF