En noviembre de 2020, el Banco Central de Brasil lanzó un sistema digital de pagos llamado Pix. Dos años después, el sistema tiene 135 millones de usuarios registrados, acumula US$200.000 millones en transacciones y está siendo analizado por otros países, como Colombia y Perú.

El sistema permite pagos instantáneos entre personas, empresas y organismos de gobierno. Para hacer un pago, es necesario contar con un alias o clave del receptor que, en el caso de personas, puede ser algún dato personal, como su correo electrónico o número de teléfono, o un código QR. Se ha hecho tan popular que pix se ha transformado en un verbo para señalar un pago o transferencia y también ha dado el nombre a una canción sertaneja, el género musical más difundido en Brasil.

¿Cuáles han sido las razones de este éxito? En primer lugar, que se trata de un sistema gratuito y fácil de usar. El Banco Central, además, le dio un importante apoyo al hacer su uso obligatorio para varias instituciones y tomó un rol central en el proceso de implementación.

Pix se perfila también como una oportunidad para las Fintech, que además de poder participar en el sistema pueden crear aplicaciones específicas para potenciar su uso. Ha sido precisamente la Asociación Colombiana de Fintech la que se acercó a las autoridades monetarias de Colombia y Brasil como un primer paso para la adopción de Pix en el país andino.