Café doble
Mayo 13, 2022 - 3 min

¿Cuánto es suficiente?

Hay que ponerse en los pantalones y faldas de los Consejeros del Banco Central y adelantar lo que se vendría para la tasa durante los próximos meses

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Durante la semana pasada, se llevó a cabo la Reunión de Política Monetaria de mayo, sobre la que no alcancé a escribir por razones de cierre de esta publicación. Sin embargo, luego de varios días y, además, de conocer el IPC de abril, creo que las reflexiones a sacar pueden ser algo más completas. A diferencia de lo que esperaba el mercado y nosotros, el Banco Central aumentó la TPM 125 pb, hasta 8,25%, un nivel que varios pensábamos sería terminal en el ciclo de alzas. Mas, la sorpresa, el tono del comunicado y algunos datos en el margen darían cuenta de un proceso que aún tiene algo más por entregar.

Dentro de los elementos que justificaron la magnitud del incremento, destacamos dos: cifras de actividad y consumo algo más resilientes que lo esperado en el IPoM de marzo, y las sorpresas vistas tanto en el IPC de marzo (1,9% m/m) como en el de abril (1,4% m/m).

Respecto a lo primero, es cierto que el Imacec de marzo sorprendió al alza, después de varios datos que habían decepcionado, lo que habría causado un aumento del PIB durante el 1T22 por sobre lo estimado. Sin embargo, en nuestra evaluación, se hace complejo determinar un cambio de tendencia por un dato que parecería responder a situaciones más transitorias que permanentes, sumado a que el escenario internacional sólo ha empeorado en el margen. Aunque es probable que el Banco cuente con más información sobre el dinamismo del consumo, especialmente el que se puede recoger de transacciones y/o boletas electrónicas, el resto de los datos, sumado a la evolución del mercado laboral, no creemos que estemos en posición de decir que el consumo entró en una “meseta”.

En segundo lugar, los dos últimos datos de inflación sin duda que fueron tremendamente sorpresivos, especialmente al considerar las expectativas implícitas mensuales en el último IPoM (según nuestras estimaciones, 1,0% m/m en marzo y 0,7% m/m en abril). Si ya nos parecía que la proyección para fin de 2022 era en extremo optimista, con esas sorpresas quedaba claramente fuera de todo rango. ¿Fue un error ese 5,6% estimado para diciembre? Muy probablemente, lo que se exacerbó con un error de estimación mensual de esa magnitud: 1,6 pp. Por lo tanto, creemos que el escenario base del Central ahora no considera una inflación a fin de año de 5,6% + 1,6%, sino una mucho más alta, lo que posiblemente haya impactado el nivel máximo que el Consejo cree debiese llevar la TPM. Sin embargo, pensar que esa relación es 1:1 no nos parece completamente correcto. Las causas de la inflación importan. Éstas han ido migrando, desde una relativamente más explicada por elementos internos, a una que se basa más en elementos externos, tales como el aumento de las materias primas, los problemas en las cadenas de suministro y el alza de los alimentos. Frente a este aumento, es bien poco lo que el Central puede hacer. 

¿Habrá influido el tono más hawkish de la FED luego del alza de 50 pb? O sea, el alza no sorprendió a nadie, pero la idea de una tasa norteamericana más elevada (y por más tiempo) que lo que adelantaban los mercados pudo hacerlo. Creo que es una variable para monitorear, especialmente considerando los efectos sobre la moneda.

Por lo pronto, hay que ponerse en los pantalones y faldas de los Consejeros y adelantar lo que se vendría para la tasa durante los próximos meses. Acá es bueno que nos olvidemos sobre lo que pensábamos hace un momento y considerar que el comunicado cambió de manera importante el tono, ya no dando cuenta que el ciclo de alzas estaba pronto a terminar. De esta manera, sin ningún problema el Banco podría llevar la tasa a niveles de 9,5% luego de corregir, nuevamente, el corredor de política monetaria que presente en el próximo IPoM. Lo interesante será proyectar cuánto tiempo permanecerá ahí, considerando que una parte determinante de la inflación de la segunda parte del año no va a tener mucho que ver con un exceso de demanda.

Vamos a ver cuánto es suficiente.

 

 

Nathan Pincheira

Economista Jefe de Fynsa