El 2022 fue un año difícil para la industria inmobiliaria. La venta de viviendas se vio afectada por el aumento de restricciones por parte de los bancos al momento de otorgar financiamiento, y una alta inflación, debido a lo cual terminamos el año con una UF que superaba los $35.000. A causa de esto, los valores de arriendos se han ido recuperando -acercándose a los precios prepandemia- y el concepto de multifamily se hace cada vez más fuerte. 

Tras la pandemia, los tipos de bienes raíces más resilientes han sido los de renta residencial o multifamily, un modelo de negocio inmobiliario que nace en EE.UU.,y que consiste en edificios habitacionales diseñados exclusivamente para el arriendo, que suelen tener a una empresa especializada a cargo de la administración de todos los arriendos. Estos han sobrevivido a la inflación y la crisis financiera.

Para el primer trimestre de este año, la ocupación del régimen alcanzó el 95%, con un valor promedio de 0,279 UF/m2. 

¿Qué esperar para este 2023?

Para este primer semestre tenemos un IPC acumulado de 2,1%, cuando para el mismo periodo en 2022 fue de 6,1%. Además, en abril de este año vimos que la tasa de interés de créditos hipotecarios ha disminuido, entregando más oportunidades para acceder a una vivienda propia.

El mercado es optimista para este segundo semestre, en el que podríamos esperar una estabilización de los precios, un aumento en las ventas de propiedades nuevas y una disminución de las tasas de intereses para créditos hipotecarios.

Claudia Jamett

Equipo Fynsa AGF