Después de la campaña de ajuste más agresiva en 40 años y la segunda pausa más larga de la historia con tasas en territorio restrictivo, la Reserva Federal recortó su tasa de interés de referencia en 50 pb durante su reunión de septiembre, lo que estuvo en línea con las expectativas del mercado. Así, la FED Fund Rate – FFR (por su sigla en inglés) pasó a un rango de 4,75%-5,25%. La decisión, que fue tomada por 11 votos a favor de un total de 12 miembros votantes, señala un punto de inflexión crítico en el ciclo de la política monetaria y un compromiso de no quedarse atrás manteniendo una política demasiado restrictiva durante demasiado tiempo.
También se publicó la actualización de las proyecciones económicas, en las que se corrigió ligeramente a la baja la proyección de crecimiento para este año, desde 2,1% a 2,0%, pero se mantuvo sin cambios para los próximos dos. En tanto, la estimación para la tasa de desempleo se elevó para todos los años del horizonte de política monetaria, aunque con un alza conservadora que alcanzaría el máximo este año, con un 4,4%, para ir descendiendo nuevamente hasta 4,2% en 2027.
Para la inflación, las proyecciones se revisaron a la baja, tanto para el índice global como para el subyacente, con ambos convergiendo a la meta de 2,0% durante 2026. En cuanto al rango para la FFR de largo plazo, se mantuvo sin cambios entre 2,5-3,5%.
El resumen de las proyecciones económicas mostró que los funcionarios de la FED todavía esperan que el crecimiento se mantenga resistente en torno al potencial de la economía, que la inflación regrese al objetivo el próximo año y, si bien habría un mayor enfriamiento del mercado laboral, se mantendría entorno al pleno empleo.
Luego de las noticias, se esperan nuevos recortes en las reuniones de principios de noviembre y de mediados de diciembre, aunque Jerome Powell dejó claro que los recortes de 50 pb no son la norma y que los ajustes más pequeños siguen siendo la base para las próximas reuniones. De acuerdo con los Dot Plots, muy probablemente tendríamos un recorte de un cuarto de punto en noviembre y otro en diciembre, seguido de cuatro adicionales en 2025 y dos en 2026. Esta trayectoria reduciría la tasa al 2,9%, nivel que los funcionarios de la FED consideran el punto neutral.
Las últimas tres veces que la FED recortó las tasas en 50 pb en una sola reunión durante un ciclo de flexibilización, fue en 2020 en respuesta a la pandemia; en 2008, en respuesta a la crisis financiera; y en 2001, al estallido de la burbuja tecnológica. Claramente, esta vez es diferente en el sentido de que la entidad financiera está recortando las tasas porque puede, no porque tenga que hacerlo.
El ajuste de mayor magnitud en esta oportunidad no sería por una reacción a las condiciones de recesión sino más bien un seguro contra una desaceleración inesperada del empleo, con el objetivo de preservar la expansión económica. La suma del recorte agresivo y proyecciones macro consistentes con una visión de aterrizaje suave para la economía norteamericana en este ciclo favorecerían que el crecimiento se re-acelere en 2025.
Más allá de que algunos fantasmas de recesión siguen rondando, lo cierto es que las cifras avalan el escenario de aterrizaje suave de la Reserva Federal. El gasto de los consumidores sigue siendo sólido, como lo demuestran los datos más recientes de ventas minoristas. Por su parte, las solicitudes de desempleo son bajas, lo que apunta a un enfriamiento más que a un deterioro repentino del mercado laboral, con el aumento del desempleo impulsado por un alza en la oferta de mano de obra en lugar de los despidos.
Además, el patrimonio neto de los hogares está en niveles récord, impulsado por la apreciación de los precios de las viviendas y las acciones, mientras que los salarios han estado creciendo más rápidamente que el ritmo de la inflación desde mayo del año pasado, ayudando a los consumidores a mantener el poder adquisitivo. A diferencia de 2022 y parte de 2023, las condiciones financieras y los estándares crediticios se están flexibilizando.
¿Pero qué significa para Chile que hayan dado inicio los recortes de la FED? Bueno, en primer lugar y aunque no se declare así por parte de la autoridad monetaria, sacó a nuestro Banco Central de la pausa en que había entrado en julio para volver a recortar la tasa en septiembre, aunque tan sólo en 25 pb. De todos modos, tal como se develó en la reciente minuta de dicha reunión, la discusión de un recorte de 50 pb a la tasa estuvo sobre la mesa, aunque se descartó rápidamente.
Comunicacionalmente, nos parece interesante esta inclusión, porque más que señalizar la opción de ser más agresivos, su rápido abandono implicaría que para las próximas reuniones no hay una urgencia de ir más rápido. Esto resulta coherente con el escenario macro presentado en el IPoM que acompañó esta reunión, el que está más alineado con nuestra expectativa de una economía con una baja dinámica para lo que resta del año y dificultades para retomar velocidad en los próximos.
Por otro lado, una menor tasa en el gigante del norte favorece un debilitamiento del dólar, del cual ya se ha beneficiado nuestra moneda local, llevándola hacia niveles más cercanos a los que consideramos coherentes con los fundamentales. Sin embargo, no hay que olvidar que la moneda sigue estando afecta a otra serie de factores que tienen que ver con el entorno externo, como —por ejemplo— el precio del cobre; por ese lado, podría seguir enfrentado algunas presiones.
Lo cierto es que ahora sí, ya con EE. UU. metido en el proceso de ajuste en la tasa, nuestro Banco Central podrá continuar su propio proceso de ajuste con algo más de holgura, de manera que la trayectoria sea más coherente con el débil escenario macro que enfrentamos. Sería lógico, entonces, pensar que a la FED y al BCCh les quedan dos recortes de 25 pb por ejecutar en lo que queda de este 2024.
Nathan Pincheira | Economista Jefe de Fynsa
Milene Rodríguez | Analista Estrategia e Inversiones