La productividad de los trabajadores estadounidenses registró su mayor aumento de los últimos tres años en el trimestre julio-septiembre, con un aumento del 4,7%. La productividad, que mide la producción de los trabajadores no agrícolas, había subido un 3,6% en el trimestre anterior.

El costo laboral unitario –lo que una empresa paga a un empleado por cada unidad de producción— decreció en un 0,8% en el tercer trimestre, el primer descenso desde fines del 2022.

Aunque los datos trimestrales de productividad son volátiles, en términos generales este avance sugiere que las empresas están esforzándose en mejorar su eficiencia, señala Bloomberg. Una mejora sostenida de la productividad ayuda a compensar los efectos de las presiones salariales y de otros costos que, de otra manera, se hubieran trasladado a los precios de bienes y servicios. 

Estos resultados apoyan la decisión de la Reserva Federal de mantener las tasas de interés por el momento. En paralelo a estos datos, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos reportó un ligero aumento en las solicitudes de subsidio de desempleo en el tercer trimestre del año.