Hay sorpresas y sorpresas. Y vaya que este año las hemos tenido: inflación, desaceleración, resultados electorales, etc. Muchas de estas sorpresas efectivamente cambiaron nuestras expectativas hacia el futuro, nos hicieron tomar otras decisiones o simplemente nos confundieron más. Lamentablemente, la reciente sorpresa que significó el Imacec de agosto no da para nada de eso.
Por si se lo perdieron, el Banco Central comunicó que el Imacec de agosto evidenció una variación nula respecto al mismo periodo del año anterior, lo que se encontró por sobre nuestras expectativas y las del mercado (-2,0% y -1,5% a/a, respectivamente). Una sorpresa de casi dos puntos al alza no es menor, especialmente considerando que los datos más recientes venían decepcionando sistemáticamente, lo que afectaba no solamente las perspectivas de este año, sino también las del próximo. Lo anterior toma doble relevancia, ya que la serie desestacionalizada mostró un avance de 0,6% m/m, rompiendo cuatro caídas consecutivas, con lo que la velocidad de crecimiento llegó a -5,0% t/t anualizado.
Quizás más que en otras oportunidades, se hace relevante observar la desagregación, para encontrar respuestas a tamaña sorpresa, especialmente considerando que los datos sectoriales publicados por el INE no sólo habían sido negativos, sino que más negativos a lo que se esperaba. Así, como ya es costumbre, el Imacec Minero experimentó una caída de 7,5% a/a, en línea con el índice sectorial mencionado anteriormente. De todas formas, en el margen, no mostró variación, después de dos meses de fuertes contracciones.
Sin embargo, el Imacec no minero aumentó 1,3% a/a, influenciado principalmente por el sector servicios (4,4% a/a). En el comunicado se indicó que, dentro de éste, habría sido servicios de educación el que explicaría el alza, lo que nos parecería tendría una naturaleza transitoria. Comercio continuó su desaceleración, al caer 10,5% a/a. En términos desestacionalizados, la serie no minera aumentó 0,7% m/m, luego de cuatro contracciones consecutivas, también incidido por un mejor desempeño de servicios de educación. Es probable que lo anterior se explique por la expansión de las vacaciones de invierno durante julio, que terminaron significando una menor base de comparación para agosto. Al igual que en la variación interanual, Comercio cayó 2,1% m/m en términos desestacionalizados, representando la cuarta caída consecutiva, situación que probablemente continúe durante los próximos meses, debido a la menor liquidez disponible por parte de los hogares.
Por lo tanto, considerando que tanto interanualmente como en la comparación mensual, los eventos asociados al buen desempeño de servicios de educación en agosto no se repetirían, es que creemos que la tendencia de desaceleración presente en la economía nacional seguirá.
La sorpresa de agosto no da ni para ilusionarse con un posible cambio de tendencia o una desaceleración más suave. Así, de manera preliminar, estimamos una variación de Imacec en septiembre entre -2% y -1,5% a/a, convirtiéndose, ahora sí, en la primera de una serie de variaciones negativas que pronosticamos se pueda extender hasta el 3T23 (quizás con un hiato en febrero del otro año). Mantenemos nuestra proyección para el año entre 1,5% y 2,0%, mientras que hacia 2023 el PIB decrecería entre -1,5% y 0,5%.