Junio 30, 2023 - 2 min

Piano piano

La probabilidad de que el proceso de convergencia a la inflación se interrumpa o definitivamente se dé vuelta ha caído significativamente, pero aún hay elementos de riesgo que hay que monitorear.

Comparte

No voy a decir que lo esperaba, pero pasó. Tampoco por las razones que se esgrimieron, pero ya está. En la reunión de junio y posterior entrega de IPoM, el Banco Central mantuvo la TPM en 11,25%, como se esperaba, pero dejó la puerta más que abierta para que, en lo inmediato, comience un ciclo de recortes orientado a disminuir la “contractividad” de la política monetaria. 

Es curioso lo que ocurrió porque el escenario macro que se presentó no dista mucho del de marzo y de lo que pensábamos iba a ocurrir. Dado eso, no veíamos razones para cambiar la orientación de la política monetaria, pero no contábamos con una evaluación bastante distinta del escenario de riesgos. En este sentido, la probabilidad de que el proceso de convergencia a la inflación se interrumpa o definitivamente se dé vuelta ha caído significativamente, algo que, aunque compartíamos, no descartábamos tan de plano. 

Un indicador bastante interesante, frente al cual lamentablemente no tenemos acceso, se refiere a la frecuencia en que las compañías están modificando sus precios. Este trabajo con microdatos es algo que ha venido complementando el usual análisis que ha hecho el ente rector y que permite identificar ciertas tendencias que algunas veces las cifras agregadas esconden. Así, luego de un periodo en el que los movimientos de precios por parte de las firmas habían aumentado principalmente por aquellas que los venían incrementando (tanto de bienes como de servicios), hoy día vemos que, si bien estas variaciones se han mantenido altas, han sido causadas por un alza de aquellas empresas que han bajado sus precios. 

De todas maneras, no todo es blanco y negro. Aún hay elementos de riesgo que hay que monitorear, especialmente aquellos relacionados a productos que por su naturaleza presentan mayor persistencia. Los servicios juegan un rol clave ahí y hay varios que aún no demuestran una ralentización similar a los que la actividad ha venido mostrando durante los meses más recientes. Como esto sigue estando presente, la normalización monetaria comenzaría antes, pero sería más lenta. Los votos disidentes de esta reunión nos entregan pistas interesantes sobre el proceso, en el que dos consejeros se inclinaron por reducir la tasa en 50 pb. En los comunicados del Central, nada es casualidad, y esta información me parece clave de cara a lo que podría ocurrir en la reunión de julio y siguientes. Así, el ciclo de reducción partiría con estas reducciones de 50 pb y, a medida que los datos muestren (o no) la consolidación de la normalización inflacionaria, podríamos observar alguna aceleración del proceso. Pero piano piano.

Nathan Pincheira

Economista Jefe de Fynsa