Marzo 28, 2025 - 2 min

El informe de informes

El Banco Central ajusta sus proyecciones económicas, pero mantiene un enfoque cauteloso ante los riesgos globales que podrían modificar su estrategia de política monetaria en los próximos meses.

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El Banco Central publicó el Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo, en el que actualiza su escenario macroeconómico y entrega directrices para la futura conducción de la política monetaria. Aunque existen otros informes de la misma índole elaborados por diversas instituciones, el IPoM es el “influencer” al cual todo el mercado está atento. 

Hubo varias modificaciones en esta oportunidad, algunas más esperadas que otras. Por ejemplo, y dadas las recientes cifras de Cuentas Nacionales de 2024 y el Imacec de enero, el organismo aumentó su proyección de crecimiento, pasando del rango 1,5% – 2,5% a 1,75% – 2,75%. Lo anterior responde a un mejor punto de partida para 2025, gracias a mayores exportaciones, y una leve recuperación del consumo, en especial de no residentes. ¿Recuerda nuestra anterior columna en la que hablábamos del consumo de nuestros vecinos argentinos? Bueno, justamente eso.  

Además, para 2026 y 2027 mantuvo el rango de 1,5% – 2,5%, lo que habla del carácter relativamente transitorio que tendría el aumento de la estimación para 2025. 

En materia inflacionaria, aunque la inflación subyacente ha evolucionado bajo lo esperado, aquella de elementos volátiles ha sorprendido, causando que la estimación para fin de año pase desde 3,6% hasta 3,8%. Pero cuidado, esto no significa que el Banco Central espere más inflación respecto a lo que esperaba en su anterior reporte. Este cambio se produce dado que la inflación de diciembre fue bastante menor a lo proyectado, modificando las bases de comparación para 2025. De hecho, si observamos la inflación promedio estimada para el año (y no la final de periodo), esta se reduce de 4,6% a 4,4%. Pese a ello, el Ente Emisor estima que la variación de precios debiese converger a 3% a comienzos de 2026, tanto por su dinámica como por las elevadas bases de comparación que enfrentará durante la segunda parte del año, provocadas por los incrementos de tarifas eléctricas. 

No creemos sorprender mucho al mencionar que el escenario enfrenta una elevada incertidumbre, tanto por los desarrollos político-económicos internacionales como por las diversas presiones de costos que ha experimentado la economía local. Así, si bien el escenario central plantea una mantención prolongada de la TPM en 5,0%, para luego aplicar un par de recortes a fin de año, el borde superior del corredor incorpora tres alzas en el caso de un mayor traspaso a precios finales. Por el contrario, en el caso de que el escenario internacional empeorara las proyecciones de crecimiento local, la tasa podría caer más rápido, incluso bajo lo que se consideraría un nivel neutral.

 

Nathan Pincheira

Economista Jefe de Fynsa