Café doble
Julio 28, 2022 - 2 min

Normal is not normal

La economía chilena se encuentra en tal nivel de desajuste, que su actuar no puede ser el acostumbrado a este tipo de situaciones.

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Cuando existe evidencia de algún comportamiento anómalo como, por ejemplo, un síntoma de alguna enfermedad, el que los datos se muestren normales es, justamente, anormal. La frase se la robé a Gregory House, quien se refería a que los exámenes de sangre, radiografías, resonancias, etc., que no mostraban nada extraño, en un contexto patológico, eran justamente la prueba de que algo no andaba bien: “normal is not normal”. Para que nunca se me olvide eso, tengo un imán con esa frase pegado en el refrigerador. En serio.

Traigo a colación esta frase porque fue lo que más me llamó la atención respecto a la última Minuta de Reunión de Política Monetaria. Recordemos que en aquella oportunidad, el Consejo decidió subir la tasa 75 puntos base, para dejarla en 9,75%, el nivel más alto desde la nominalización de la política monetaria a comienzos de los 2000s. Nuestro análisis consideraba que una TPM mucho más alta no necesariamente haría mucho por los niveles inflacionarios, ya que gran parte (sino la totalidad) de la variación de precios actual era explicada por factores externos o de oferta, frente a los cuales la literatura nos dice que hay poco o ningún efecto al utilizar la política monetaria. Al ser de una fuente eminentemente transitoria, no nos queda más que “ver pasar” esta inflación, cuidar que las expectativas no se desanclen y esperar que no se produzcan efectos de segunda vuelta. Eso es lo normal.

Sin embargo, lo que el Banco Central nos dice en esta oportunidad es que lo normal no es normal. Es más, menciona que la economía chilena se encuentra en tal nivel de desajuste, que su actuar no puede ser el acostumbrado a este tipo situaciones. Si bien podemos tener ciertos reparos con ese diagnóstico, es difícil no concordar con la respuesta que supone éste. Es básicamente esta la explicación para justificar el haber cambiado el sesgo del comunicado, haber realizado un incremento en la parte alta de las estimaciones de mercado y, además, sugerir nuevamente que aumentos adicionales serán necesarios en los próximos meses. 

La explicación anterior no excluye que esa conclusión difícilmente se sacó solamente con un mes adicional de datos, ya que los desajustes están presentes hace bastante tiempo y, con esa misma información, se había dicho que el ciclo de alzas estaba próximo a terminar. En fin, más evidencia de que lo normal hoy no es normal.

¿Qué se viene entonces? Nada muy distinto a lo que proyectamos posterior a la decisión: se realizarán más incrementos, en la reunión de septiembre y octubre, para dejar la TPM en 11%, lo que hoy es la parte alta del corredor. Un nivel que en un momento nos parecía una locura, representando la tasa más contractiva de las últimas décadas (sí, más que aquella de la crisis asiática), en un contexto global y nacional muy lejos de lo normal. Aunque, quién sabe…

 

Nathan Pincheira

Economista Jefe de Fynsa