Una implementación completa y literal en impuestos, comercio e inmigración podría tener consecuencias no deseadas para la economía, tanto a corto como a largo plazo. Una implementación más parcial —que parece anticipada por los mercados— podría ser positiva para las acciones y negativa para los bonos. Sin embargo, incluso este camino más moderado probablemente resultará en un aumento de la deuda pública y en una mayor inflación, aunque creemos que Donald Trump evitaría reactivar una mayor inflación, ya que pone en riesgo las elecciones de mitad de período de 2026.
Por otra parte, Trump sería poco propenso a implementar políticas que puedan obstaculizar el crecimiento y los mercados.
Política Comercial
Las tarifas propuestas por Donald Trump podrían materializarse más rápido y con mayor agresividad que en su primer mandato, lo que representa un riesgo para el comercio global y los mercados de renta variable.
Trump ha prometido introducir un arancel universal del 10% sobre todas las importaciones de bienes y un arancel del 50% —o más— sobre todas las importaciones provenientes de China. Si se implementa, restarían hasta un 1,0% al PIB real y añadirían hasta un 1.5% al nivel de precios (más de cara a 2026).
Cabe destacar que para poder aplicar aranceles se deben llevar a cabo varios pasos o declarar una especie de emergencia nacional, algo que es bastante común. En tal caso, es muy probable que los republicanos apoyen al nuevo presidente de EE. UU.
Arancel del 10% no tan universal
El presidente Trump ha argumentado recientemente que los ingresos aduaneros generados por los nuevos aranceles podrían ser una fuente importante de ingresos para financiar recortes de impuestos. Sin embargo, creemos que Trump ve los aranceles principalmente como un medio para aplicar presión y obligar a otros países a hacer concesiones comerciales. De todas maneras, los exportadores norteamericanos seguirían sufriendo, ya que otros países responderían con sus propias sanciones a bienes fabricados en Estados Unidos.
Política Fiscal
Las expectativas para una expansión fiscal significativa son bajas, limitadas por:
Así entonces, consideramos que es poco probable que Trump presione por otra ronda de recortes fiscales sin financiamiento (aranceles). En el mejor de los casos, una propuesta para reducir impuestos sobre propinas y la tasa corporativa en uno o dos puntos.
Hay al menos tres áreas posibles en las que la nueva Administración y el Congreso podrían intentar financiar —al menos— parte del costo de estos recortes de impuestos:
Política Migratoria
En cuanto a este tema, Donald Trump ha prometido poner fin a la ciudadanía por nacimiento y dar poderes a la Guardia Nacional para realizar deportaciones masivas de inmigrantes no autorizados. Si esos planes se implementaran por completo desde el primer día, podrían tener un impacto en la economía real, posiblemente llevando a una recesión. Asimismo, tales restricciones aumentarían la rigidez del mercado laboral y desencadenarían un nuevo aumento inflacionario por costos en los servicios, que es el tipo de inflación que ha sido más persistente en este ciclo.
Basado en lo anterior es que hemos delineado los siguientes escenarios de cara a 2025:
Política monetaria
Rendimiento del Tesoro a 10 años
Dólar estadounidense (Índice DXY)
S&P 500
Acciones fuera de EE. UU.
Perspectiva menos optimista para los mercados desarrollados fuera de EE. UU. debido a:
Un mensaje final para nuestros clientes… Las elecciones tienen poco impacto en el entorno macroeconómico actual e inmediato, pero lo pueden llegar a tener en el entorno económico futuro. Las carteras de inversión deben construirse de manera que sobrevivan a un ciclo electoral. En la mayoría de los casos, una cartera de activos múltiples y bien diversificada es la mejor manera de afrontar los eventos políticos y macroeconómicos, y la estrategia de inversión debe seguir adaptándose a los cronogramas personales, las necesidades de liquidez y los niveles de tolerancia al riesgo.