Será vital monitorear los próximos datos para evaluar la necesidad de acelerar el proceso de recorte de la TPM.
El IPC de diciembre sorprendió al mercado con una caída del 0,5% m/m; en este escenario creemos que hay espacio para recortes de 100 pb o, incluso, para ejecutar 125 pb.
Evaluando los menores recortes del Central como una “pausa táctica”, creemos que estos serían sólo transitorios, a la espera de un contexto menos convulsionado.
Podemos esperar que, en la medida de lo posible, los siguientes recortes de la TPM se mantengan en el rango más conservador del corredor presentado en el último IPoM.
Mientras el encuadre macro se mantuvo, la depreciación del peso ha incomodado al Banco Central, por lo que no se le ha querido echar “más bencina” a la reducción del diferencial de tasas.
Parece justo preguntarse si la tendencia alcista del dólar continuará o si son niveles para salir de posiciones largas o quizás apostar a caídas.
Mantenemos nuestra expectativa de que posibles movimientos de la TPM deberán esperar hasta septiembre.
Siguiendo la costumbre, he querido resumir nuestras principales proyecciones para 2023, arriesgando a que, en doce meses, me pasen la cuenta.