Con la decisión del Banco Central, donde se rebajó la tasa en 75 puntos base -que es la parte baja de las expectativas- uno debiese haber esperado que el dólar cediera terreno desde los 865 pesos aproximadamente que se transaba previo a la decisión.

Lamentablemente para muchos, la realidad fue distinta, con un precio que llegó a 890 pesos, con 900 a la vuelta de la esquina. Adicionalmente, el aumento de las tasas en USA –que implicó un dólar multilateral que sube en 7 sesiones cerca de un 3%- tuvo como consecuencia una disminución aún más pronunciada de los diferenciales de tasas.

Con lo anterior, el apetito local provoca stop losses de posiciones cortas que exacerban las subidas, con un CLP que se deprecia en el mes más del 4% (al igual que en lo que va del año), llegando a máximos de diciembre del año pasado. Es también importante considerar que la depreciación de la moneda local tiene incorporada la venta de hasta 8.000 MM de USD hasta diciembre (hasta 2.000 MM USD mensuales) por parte de la dirección de presupuesto anunciada a fines del mes pasado.

En el escenario actual, uno se pregunta hasta dónde debería llegar esta subida. Desde el punto de vista de análisis técnico, tenemos resistencia en la zona de 895-900. Es difícil pensar en una ruptura significativa de este nivel, sobre todo al ver que las demás monedas comparables se han apreciado un 10% en el año en promedio, y en el mes están prácticamente sin variaciones. 

Ahora bien, lo anterior considera la información actual, y tomando en cuenta que debiésemos estar en la parte final del ciclo de alzas de tasas en USA, es necesario destacar que el escenario actual considera las peores condiciones para el CLP, con una tasa local que a fines de año debiese llegar al 8%, lo que es 150 pb menos que el nivel actual. Dicho en otras palabras, es muy probable que las noticias estén descontadas, por lo que no es descartable ver niveles más cercanos a 850 para lo que queda del año.

Gustavo Gallardo, CMT

Subgerente de Sales & Trading Fynsa