El inicio del ciclo de flexibilización monetaria acelerará la transición de portafolios desde IIF a IRF. Los niveles y devengo potencian el valor de la parte corta de la curva de las tasas de interés, pero los instrumentos en UF ganan atractivo, especialmente entre 2 y 5 años.
Todavía hay oportunidades, pero el foco debería seguir en la búsqueda de oportunidades investment grade en la región, en desmedro del high yield
El sector se sigue expandiendo, aunque se observan ajustes en la ocupación y en el canon de arriendo
Durante la primera mitad del año, hemos visto una recuperación en este activo, con tasas de vacancia históricamente bajas y un aumento en los precios de alquiler.
La probabilidad de que el proceso de convergencia a la inflación se interrumpa o definitivamente se dé vuelta ha caído significativamente, pero aún hay elementos de riesgo que hay que monitorear.
Los discursos y las comunicaciones del Consejo del Banco Central sólo han ido en una línea: aún es muy prematuro, existen riesgos elevados y el error de política puede resultar muy caro.
El Banco Central seguirá firme en su objetivo de apuntalar la inflación hacia su objetivo de 3% a dos años y mientras aquello no ocurra, no comenzará a reducir la tasa de política monetaria.
La principal pregunta que se hace el mercado tras el IPC de enero es si esta sorpresa pone en riesgo la disminución de la inflación.
El ajuste continuará y una reducción de la demanda interna es condición necesaria para reducir la inflación y llevar el déficit de cuenta corriente a niveles más sostenibles.
El Banco Central decidió mantener la tasa en 11,25. La pregunta ahora es cuándo habrá novedades en ese frente.