Noviembre 29, 2024 - 2 min

Hay que seguir no más

Proyectamos un nuevo recorte de 25 pb en la reunión de diciembre, con lo que la TPM terminaría 2024 en 5,0%. Como estimamos la tasa neutral en 4,25%, otras tres bajas debiesen producirse durante la primera mitad del próximo año, con espacio para algunas pausas sólo si es necesario por la coyuntura.

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El mercado se ha dividido. Durante los últimos días se ha generado un debate respecto a cómo debería actuar el Consejo del Banco Central en la reunión de diciembre. Mientras algunos proyectan un nuevo recorte de 25 pb de la tasa rectora, otros creen que las bajas deberían esperar y una pausa en el ciclo sería lo razonable.  

Creemos que estas distintas visiones se basan principalmente en la lectura sobre los recientes datos inflacionarios locales (octubre +1,0% m/m) y a la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, lo que podría incidir en la velocidad de normalización de la política monetaria por parte de la Reserva Federal (FED). Esto último, al considerar que ciertas propuestas realizadas por el otrora candidato tendrían incidencia inflacionaria, según cálculos de distintas fuentes. 

Si bien nosotros coincidimos en el riesgo que lo segundo podría significar y que, considerando el manejo reciente, una FED más cauta al momento de continuar sus recortes podría incidir en el manejo de la tasa local, no estamos de acuerdo con la evaluación que se realiza sobre los recientes datos de inflación.  

Ya hemos analizado en este espacio las cifras de IPC, pero por si el lector no tuvo la oportunidad, un breve resumen: la inflación ha venido convergiendo al 3,0% y —hasta el momento— cualquier desviación en esa trayectoria obedece a dos elementos: el alza de tarifas eléctricas y el aumento del precio de los alimentos, en especial frutas y verduras frescas.  

Al respecto, el Banco Central tiene bien poco que hacer ante estos shocks; el primero, provocado por decreto y que causa alzas discretas, mientras que el segundo es por definición uno de “oferta”, en especial relacionado a eventos climáticos. Pero no es sólo eso. Hasta el momento, no hay evidencia de efectos de segunda vuelta (por lo menos no significativos) o de resurgimiento de presiones inflacionarias. Es más, al analizar cifras de actividad, en especial de la demanda, nos damos cuenta de que su debilidad es clave para explicar el acotado traspaso que posiblemente puedan tener a precios finales el alza de tarifas o la depreciación cambiaria. El último Informe de Percepciones de Negocios apoya esta tesis, al mencionar que el espacio para aumentar precios es menor, principalmente por el bajo dinamismo de las ventas. 

Ante este escenario, a lo que podemos agregar expectativas ancladas al 3,0% a pesar de todos los shocks recientes, el Central tiene espacio para continuar su ciclo de recortes dirigido a llegar a la neutralidad. Es cierto que este proceso no tiene por qué ser lineal y/o continuo, pero tomando en cuenta que el escenario del IPoM de septiembre sigue siendo válido y creíble, no vemos una razón para que el “stance” de política se vea modificado, por lo menos no en el corto plazo. 

De esta manera, proyectamos un nuevo recorte de 25 pb en la reunión de diciembre, con lo que la TPM terminaría 2024 en 5,0%. Como estimamos la tasa neutral en 4,25%, otras tres bajas debiesen producirse durante la primera mitad del próximo año, con espacio para algunas pausas sólo si es necesario por la coyuntura. 

 

Nathan Pincheira

Economista Jefe de Fynsa