El riesgo de reducir la TPM y luego tener que revertirlo por una mala lectura de la información es muchísimo más alto que dejarla en 11,25% por más tiempo del adecuado.
Es importante mencionar que no creemos que la inflación se haya acabado y que los riesgos de persistencia y de menor velocidad de normalización siguen presentes.
Las noticias “más positivas” sobre la inflación han sido bien recibidas y reactivarán el comercio basado en un “pivote de política”.
La sorpresa a la baja de la inflación de julio en EE.UU. ayudará a moderar las expectativas de inflación, pero los datos siguen siendo demasiado altos para garantizar un giro adecuado por parte de la Fed.
La curva de rendimiento de EE.UU. ha mostrado un aumento en la probabilidad implícita de recesión, en las últimas semanas.
La preocupación por el aumento de precios y sobre los instrumentos para controlarlos no sólo es una discusión técnica, también es una obligación moral.
La variación interanual alcanzaría 12,7%, lamentablemente para aquellos que esperan que la inflación ceda un poco los próximos meses
Hay que ponerse en los pantalones y faldas de los Consejeros del Banco Central y adelantar lo que se vendría para la tasa durante los próximos meses
No debemos olvidar el esfuerzo que se hizo en los 90 para derrotar la inflación